Aprovecha estas vacaciones para disfrutar sin descuidar tu bienestar

¡Llegaron las vacaciones! y ¡a disfrutar!… regularmente, salir de vacaciones nos da la excusa perfecta para consumir alimentos más procesados, que no siempre son los más adecuados para nuestra dieta. Las porciones tienden a ser más grandes y con ello la ingesta de calorías es mucho más elevada de lo que parece.

La Misión Alimentación orienta acerca del consumo más adecuado para esta época vacacional e invita a adquirir hábitos alimentarios saludables, que permitan sentirnos libres física y mentalmente, diciéndole no a la mala alimentación.

Generalmente, muchas personas eligen como destino la playa. Esta elección implica, en muchos de los casos, estar sentados o acostados gran parte del día, aunado a ello, también comer todo el día aperitivos como sándwiches, helados, churros, entre otros.

Además las comidas principales se tienden a omitir o realizar en restaurantes, lo que puede ser un problema para poder controlar nuestro peso, y al mismo tiempo afecta el bolsillo.

Los menús de los restaurantes son comúnmente muy ricos en calorías, grasas saturadas, colesterol y sodio, mientras que son muy bajos en fibras.

Sin embargo, es posible disfrutar de las vacaciones y la comida sin regresar a casa con unos cuantos kilitos de más. El secreto es elegir los alimentos con prudencia, tener moderación y tratar de permanecer lo más activo posible durante el viaje.

Consejos para estas vacaciones

Primero, debemos darle vital importancia a la hidratación, sobre todo si nos exponemos al sol o realizamos alguna actividad física (voleibol, trotar o simplemente caminar a la orilla del mar).

 Es altamente recomendable llevar siempre una botella de agua para beber de forma habitual, no sólo cuando se tenga sed. Por otro lado, se deben evadir las bebidas con alcohol, debido a que su consumo apresura la deshidratación; además el exceso de bebidas con mucha cafeína o muy azucaradas, aumentan la eliminación de líquidos y aportan muchas calorías que no proporcionan ningún nutriente.

 Trate de tomar agua simple, pero si opta por una limonada o naranjada, pídale al mesero que no le coloque azúcar o sólo la mitad; es ahí donde se encuentra la mayor cantidad de calorías.

 De igual modo, es importante no saltar las comidas principales, ya que cuanto más espacio hay entre comidas, más apetito acumulamos y más difícil es decir “no” a las tentaciones.

 Las vacaciones son una buena oportunidad para experimentar nuevos sabores y disfrutar de la cocina local. Muchas veces los precios de los restaurantes locales son más accesibles que los de comida rápida y mucho más sanos. Además de que se contribuye con la economía del lugar.

 ¡Más frutas y verduras!

 Incrementar la ingesta de frutas y verduras frescas es importante en estas vacaciones, ya que son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que benefician nuestro organismo; las mismas se recomiendan crudas debido a que durante la cocción pueden llegar a perder entre 40 y 80% de sus vitaminas.

Asimismo, es muy buena época para el consumo de ensaladas y legumbres a las que se pueden agregar alimentos en crudo como la zanahoria, pimientos, cebolla, pepino o calabacín. De esta forma se incrementan los aportes de vitamina A, esencial para fortificar el sistema inmunológico y mejorar la salud de la piel.

 Una ensalada de buen tamaño con varios vegetales, puede aderezarla con aceite de oliva, vinagre o limón y sal, evitando los aderezos cremosos. Cambie los purés o papas fritas por verduras. De postre ingiera una fruta, la que más le guste.

 El cambio de horario puede ser dañino

 Durante las vacaciones se produce un cambio de horario en la rutina de las niñas, los niños, los adolescentes y la familia en general, lo cual establece su alimentación. Por esto hay que recordar que, si bien, durante las vacaciones no se tienen horarios marcados, hay que alejarse del “picoteo”.

 En este sentido se exhorta a la familia venezolana a aprovechar las vacaciones para añadir frutas y verduras en batidos frescos y deliciosos, para aquellos que habitualmente no comen bien.

Cuide las porciones

No tiene que privarse de comer lo que le gusta durante las vacaciones, pero trate de cuidar las porciones que consuma. Evite los combos y ordenar aperitivos antes del plato principal. También puede dividir el plato fuerte con alguien de su familia.

 El pescado aporta buena cantidad de ácidos grasos Omega 3, es muy saludable para el corazón. Sólo hay que cuidarse de evitar los platillos donde el pescado sea frito o empanizado; es mejor pedirlo a la plancha. Cuídese de lo que coma en la calle, elija solo aquello que se le antoje más (sólo un antojo), así evitará estar comiendo todo el día.

Menús para la playa

Cuando vaya a la playa disfrute, empezando por estar atento a su bienestar, que no es más que una alimentación sana. Tome en cuenta algunas opciones de sencillos menús.

Desayunos / Meriendas:

• Licuados hechos con frutas frescas y agua.
• Ensaladas de frutas sin azúcar (con jugo de naranja o limón).
• Casabe con quesos magros (con poca grasa).
• Yogures descremados (con frutas o cereales sin azúcar).

 Almuerzos:

• Ensaladas con vegetales de varios colores. Lo ideal sería agregarle algún alimento que contenga proteínas (trocitos de pollo, huevo salcochado, daditos de queso magro). Si va a ser trasladada en recipientes plásticos, no conviene llevarlas condimentada con aderezos, es preferible aderezar en el momento. Puede acompañarlas con casabe, arepitas de ocumo, ñame o batata.

Publicado por Editor PRENSA en Reportajes 2185