Incorpora a tu alimentación los superalimentos como fermentados, germinados y brotes
En la actualidad la búsqueda de una alimentación saludable y equilibrada ha llevado a incorporar a los superalimentos a nuestra mesa; estos alimentos se caracterizan por su alta concentración de nutrientes y beneficios para el bienestar. Los mismos se han convertido en aliados fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida y prevenir enfermedades.
Los superalimentos reciben este nombre debido a su densidad excepcional de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos esenciales y otros compuestos beneficiosos que pueden fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la función cerebral, reducir la inflamación, proteger contra enfermedades crónicas, entre otros.
A continuación, conoce algunos superalimentos que pueden ser parte de tu alimentación y aprovechar sus beneficios al consumirlos de forma consciente y responsable, contribuyendo a un estilo de vida más saludable, teniendo en cuenta que la clave está en incluir una variedad de superalimentos de manera gradual y sostenible, pues ningún alimento por sí solo puede reemplazar una dieta equilibrada y completa.
Fermentados
Son alimentos producidos o conservados por un proceso de transformación por la acción de bacterias o levaduras para el crecimiento de los fermentos altamente nutritivos, un ejemplo de estos es: el yogur, la kombucha y el kéfir.
La mayoría son ricos en vitaminas del complejo B, magnesio y zinc, dependiendo de la fuente son más o menos ricos en antioxidantes, microorganismos vivos (bacterias y levaduras) y otros compuestos que ayudan a digerir mejor los alimentos.
Beneficios:
• Reducen la respuesta inflamatoria a nivel sistémico y la multiplicación de células malignas.
• Disminuye los niveles de colesterol y de glucosa en la sangre.
• Controlan los niveles de la presión arterial.
• Combaten el crecimiento de bacterias dañinas.
• Restauran del balance microbiano intestinal.
Germinados
Se llama germinación al primer estado de la semilla, cuando tiene raíz y comienza a formar brotes, son alimentos vivos y ricos en nutrientes, aportan energía inmediata, y la razón es que son de fácil digestión gracias a las enzimas que contienen. Asimismo, son fuente de melatonina, lo que ayuda a regular el ciclo del sueño.
Las semillas de mayor consumo y más recomendados para el proceso de germinación son las de lentejas, garbanzos, alfalfa, cebada, berro, girasol, sésamo o ajonjolí y frijoles chinos.
Beneficios:
• Fuente de antioxidantes, por lo que previenen el desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas.
• Contienen compuestos antiinflamatorios.
• Poseen propiedades que regulan el sistema inmunitario.
• Contribuyen a la salud cardiovascular.
• Ayudan a proteger las células del cerebro del daño y degeneración.
• Regulan los niveles de glucosa en sangre.
Frutos secos
Los frutos secos están compuestos de menos del 50 % de agua y a esto deben su nombre, los más conocidos son las almendras, nueces, maníes, merey, avellanas, pistacho, entre otros; en general, la ración recomendada es 30 g por día (el puño de la mano), también pueden consumirlos en trozos o fileteados en las ensaladas mixtas, también se elaboran leches vegetales y mantequillas alternativas.
Estos frutos son fuente de grasas monoinsaturadas, poliinsaturadas, omega-3, fibra, minerales, esteroles vegetales y vitaminas, como calcio, magnesio, potasio, fósforo, vitamina E y del complejo B (Tiamina, Riboflavina y Niacina).
Beneficios:
- Mejoran la salud de las arterias.
- Disminuyen la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas.
- Previenen la presión arterial alta.
- Ayudan a combatir el estreñimiento.
- Reducen los niveles del colesterol no saludable.
- Poseen minerales esenciales para mantener la salud ósea.
¡Aprende a hacer germinados!
¿Qué necesitas?
Granos de tu preferencia (lentejas, frijol bayo, entre otros)
Paños de cocina
Agua
Preparación:
1. Remoje los granos durante toda la noche.
2. Lave los granos y devuelva al envase sin agua (bien escurridos).
3. Cúbralos con un paño y conserve en un lugar fresco.
4. Rocíe con agua dos o tres veces al día hasta ver los brotes germinados.
5. Refrigere en bolsas plásticas cerradas, pero no por muchos días.
6. Al momento de cocinarlos, hágalo por poco tiempo y disfrútelos, consuma en ensaladas, guisos, salsas, tortillas, aderezos, entre otros.
Prensa Misión Alimentación // María José Guevara