En el día de las niñas y los niños no olvidemos la importancia de su alimentación

Hoy la Misión Alimentación no puede dejar de resaltar el valor de las niñas y los niños, como las semillas que darán frutos a la Patria y reiterarlos como el mayor tesoro en la vida de las madres y los padres.

En estos tiempos globalizados, donde las familias se ven envueltas en la dinámica de una vida estresante, típica de las ciudades superpobladas, ocurre que la alimentación balanceada y saludable en niñas y niños es olvidada en buena medida, y se implementan otras formas de “alimentación” que no tributan al crecimiento, desarrollo y aprendizaje de los infantes.

En las primeras etapas de la vida, las y los pequeños pasan por diferentes momentos y espacios de cambio, exploración y adaptación; es por ello que la formación de buenos hábitos alimentarios es fundamental para crecer integralmente.

Un hábito, es una costumbre que adquiere una persona cuando realiza una actividad de forma repetida. Así que convertir una rutina en un hábito para nuestras niñas y niños podría ser un trabajo perdido, si no la practicamos a diario y no les enseñamos dando el ejemplo.

Desde el Instituto Nacional de Nutrición (INN), se ha impulsado la nueva Cultura Alimentaria y Nutricional que trata de un conjunto de conocimientos y valores en cuanto a la forma de alimentarse, que se expresan en la conducta intelectual y en la práctica material, convirtiéndose en signos de identidad tanto del individuo como de la sociedad.

El día de los niñ@s es siempre 

Es de gran relevancia recordar a madres y padres, que el día de las niñas y los niños no debe ser sólo un día, el cual se ha convertido en un fecha bastante comercializada para incidir, excesivamente, en el consumo de las familias y obligarlos a darles una “atención” a los chicos.

Una alimentación sana debe estar presente en nuestros menús diarios, planificados por y para las familias, donde incluyan recetas 4S (Sana, Segura, Sabrosa y Soberana). En ellas debe haber preparaciones que los adultos puedan ingerir sanamente al igual que los infantes, incrementando, principalmente, el consumo de frutas y vegetales.

Un niño gordo no es un niño sano

Tradicionalmente en muchas culturas, incluyendo la nuestra, se ha creído que “un niño gordo es un niño sano”, concepto que probablemente se originó de la idea de “no estar desnutrido significa salud y defensa contra las enfermedades”. Sin embargo, existen muchas niñas y niños que son genéticamente delgados y de poco apetito, que por otra parte son muy sanos y activos por lo que sus requerimientos calóricos vienen siendo reglamentariamente menores que los de otros niños.

Gracias a esta creencia errada de que “un niño gordo es un niño sano” la obesidad infantil según la Organización Mundial de Salud (OMS), para el año 2013, señala que existen más de 42 millones de niños, menores de cinco años de edad, con sobrepeso.

Los malos hábitos de alimentación adquiridos durante la infancia pueden llevar al niño a sufrir sobrepeso u obesidad con consecuencias preocupantes en la edad adulta. La obesidad infantil, fruto de la acumulación de grasa en el organismo, está relacionada con el desarrollo de diabetes y problemas cardiovasculares.

Las comidas fuera del horario adecuado, en especial las golosinas o “chucherías”, incorporan calorías adicionales que aumentan sus niveles de energía traduciéndose en un incremento de la masa grasa del organismo; es decir, un incremento de peso a partir de alimentos pobres en nutrientes y ricos en calorías vacías.

Las meriendas ¿salida complaciente o una bomba de tiempo?

Las meriendas para nuestros pequeños, en ocasiones, se han convertido en un punto de descontrol para madres y padres, siendo las mismas una especie de hecho complaciente o un premio; sin embargo, si no se incluyen con frecuencia alimentos adecuados, pueden ser una bomba de tiempo que explotará años después, con el detrimento del organismo.

Es cierto que la merienda es una de las comidas del día que a los niños les encanta, pero no por ello se les debe dar alimentos poco saludables.

Incentive a su hija o hijo con preparaciones divertidas y originales, los platos presentados de forma atractiva, despiertan el paladar de los niños. Así puede ofrecer:

Unos ricos pinchos. Póngale cubitos de queso fresco y de frutas como melón, mango, piña, etc. Otra opción son pinchos de fruta con trozos de plátano, melón y mango (o las frutas de su preferencia), que podrá bañar con un poco de miel si lo desea.

Mezcle cereal, fruta seca y nueces en una bolsita, es una opción muy practica y sana.

Úntele una cucharada de yogur congelado a dos trocitos pequeños de casabe y agréguele rebanadas de cambur para obtener un rico y diferente sándwich.

Con el Trompo de los Alimentos, también el INN promueve la práctica de actividad física y deportes, resaltando la campaña nacional “Agarra Dato, Come Sano”, lo que permite desarrollar valores como el orden, la disciplina y el compromiso contribuyendo a la formación integral de los infantes.

La Misión Alimentación nunca dejará de convenir en el hecho cierto y demostrado de la importancia de nuestras niñas y niños, quienes merecen día a día el mayor cuidado de los adultos. Alimentemos y nutramos a nuestras hijas e hijos desde sus primeros años de vida y podremos contar, sin duda, con excelentes mujeres y hombres que serán útiles a la Patria de Bolívar y Chávez.

Publicado por Editor PRENSA en Reportajes 2586