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Lunes, 06 oct 2014

El Glutamato Monosódico es un aditivo químico que puede dañar tu organismo


Glutamato Monosódico

¿Sabía usted que la mayoría de los alimentos industrializados poseen un aditivo químico denominado como Glutamato Monosódico? En relación con este complemento que funge como resaltador de sabores, han surgido muchas polémicas en la última década, ya que mediante diversos estudios se le ha asociado con el aumento de la obesidad y el sobrepeso, leves daños neurológicos y hasta con enfermedades crónicas como el cáncer.

El Ministerio del Poder Popular para la Alimentación (Minppal) a través del Instituto Nacional de Nutrición (INN), sigue promoviendo radicalmente sus políticas de educación y orientación hacia una nueva cultura nutricional y alimentaria, por lo que es necesario señalar algunos agentes dañinos que se encuentran en distintos alimentos, como es el caso del Glutamato Monosódico que hoy en día es un producto sintetizado y está en muchos alimentos.

El sabor del Glutamato Monosódico originalmente fue descubierto por los asiáticos y denominado “umami” (sabroso en japonés), proveniente de un alga denominada “Laminaria Japonica”.

La industria alimentaria comercializa el Glutamato Monosódico como un potenciador del sabor, lo cual se ha venido haciendo desde hace más de un siglo.

El Glutamato Monosódico también tiene influencia en la presión arterial, porque además de la sal normal que se consume, también ingerimos este producto, agregando al organismo doble carga de sodio, lo que predispone más a las personas a sufrir de la tensión arterial y también puede traer como consecuencia el padecimiento de enfermedades cardiovasculares.

Dentro de la lógica de la industria capitalista se adiciona el Glutamato Monosódico  para disminuir los tiempos de cocción y garantizar que se realcen los sabores del producto, resultando hasta adictivo para quienes lo consumen, ya que está relacionado con un proceso de neurotransmisión.

Controversia

Hoy en día existen estudios, muy controversiales, que dicen que la ingesta del Glutamato Monosódico sí tiene efectos cancerígenos, neurológicos y que pueden pasar la barrera de la placenta, mientras que otros sencillamente lo niegan.

De acuerdo con Guadalupe Muñoz, directora del Departamento de Formulación y Desarrollo de Alimentos (DFDA) del INN, “la mayoría de los estudios están orientados en función de los intereses del investigador y si este está pagado por la industria alimentaria nunca van a decir que hay un efecto negativo, dañino”.

“Los pocos que se han aventurado a decir que sí tiene un efecto negativo (el Glutamato Monosódico), no son los suficientes como para que las comunidades científicas y de control a nivel mundial lo puedan prohibir”, destacó Muñoz.

Por eso, la directora de la DFDA recomienda evitar el consumo de los productos industrializados que contengan altos niveles de Glutamato Monosódico y “que su consumo sea ocasional, no frecuente”.

Asimismo, la industria de los alimentos debe empezar a ofrecer opciones más saludables sin la inclusión de este aditivo sintético y los productores que tengan nuevas iniciativas de ofrecer alimentos de manera artesanal, no lo agreguen  como ingrediente.

Muñoz explicó que, años atrás, no había tanta polémica acerca del Glutamato Monosódico, porque no era tan utilizado en los  productos; las comidas eran más naturales y la población no tenía tanta tendencia a consumir productos industrializados.

¿Dónde encontramos el Glutamato Monosódico?

La presencia del aditivo químico del Glutamato Monosódico puede verse en la mayoría de las etiquetas de los alimentos industrializados, sin embargo hay algunas empresas que no lo reportan. Muchos productores de alimentos lo enmascaran bajo varios nombres, incluyendo extracto de levadura, proteína hidrolizada, ácido glutámico y caseinato de sodio o de calcio.

Este resaltador de sabores se encuentra en todas las salsas enlatadas, salsas de soya, el cubito en todas sus presentaciones y marcas, sopas de sobre deshidratadas, aliños para ensaladas pre-elaboradas, tocino, jamón y atún enlatado; también en otros productos como papas saladas y saborizadas, los panes tostados saborizados, mayormente vendidos como merienda o postre.

En ese sentido lo importante es armonizar con un nuevo hábito alimentario y guiarse por nuevos patrones de consumo que incluyan la ingesta de rubros autóctonos y naturales como las hortalizas y las frutas.

El consumo moderado de sales y azúcares con preparaciones hechas en casa con su propio sabor, sin aditivos químicos, le permitirá alimentarse mejor cada día y alcanzar la mayor suma de felicidad posible; por eso coma bien para Vivir Bien, siempre agarrando dato y comiendo sano.

Publicado por en Reportajes 4774

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