La alimentación como factor preventivo del cáncer

El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolado de células que puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo; dichas células tienen la capacidad de invadir el tejido circundante y pueden provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Esta enfermedad es una de las primeras causas de fallecimiento a nivel mundial, particularmente en América Latina y la región del Caribe se estima que para el año 2030 se diagnosticarán 1,7 millones de casos de cáncer que a su vez provocarían más de 1 millón de muertes.

 ¿Cuál es la causa del cáncer? Los factores que se asocian a la aparición del cáncer son múltiples, dentro de los cuales está el tabaquismo, la radiación, ciertas infecciones por virus, bacterias o parásitos y la que nos compete en esta ocasión y que causa una tercera parte de los fallecimientos por cáncer: dieta de mala calidad, inactividad física, consumo de alcohol, sobrepeso y obesidad.

 Todo lo que ingerimos influye en los procesos de iniciación y multiplicación de las células cancerígenas. Sin embargo la enorme cantidad de sustancias químicas que conforman la alimentación humana dificulta la interpretación de los estudios realizados ya que los efectos (bien sea de promoción o de protección) no pueden asociarse claramente a un único factor. Sin embargo se han identificado algunos carcinógenos (sustancias que inducen el cáncer) presentes en los alimentos como por ejemplo los pesticidas naturales producidos por las plantas para protegerse de hongos, insectos o depredadores animales, las micotoxinas producidas por el moho de los alimentos, la grasa de la carne roja y los hidrocarburos aromáticos policíclicos que se generan al cocinar la carne a altas temperaturas.

Por otro lado están las sustancias contenidas en los alimentos consideradas como protectoras: los antoxidantes y los fitoquímicos. Los antioxidantes principales son las vitaminas como la E (fuente alimentaria: aceites vegetales, vegetales de hojas verdes, semillas oleaginosas especialmente las nueces, aguacate y huevos) la vitamina A (hígado, huevo, pescados, leche entera, mantequilla, queso, margarina fortificada, hortalizas y frutas de color anaranjado, amarillo y rojo, hortalizas de hojas verdes), la vitamina C (guanábana, guayaba, mango, naranja, tomate, cambur, plátano, pimentón, brócoli, ají y perejil) y algunos minerales como el selenio (carnes y nueces de Brasil) y el cinc (proteínas de origen animal, leguminosas y cereales). Las sustancias fitoquímicas están presentes en los alimentos de origen vegetal como las frutas, las hortalizas y en el café.

 El cáncer forma parte de las enfermedades crónicas no trasmisibles y puede afectar a personas de cualquier edad, género y condición social, por lo tanto su prevención es tarea de todos y todas. Una alimentación variada, rica en hortalizas y frutas y pobre en carnes rojas y procesadas (salchichas, enlatados) puede brindarnos las sustancias necesarias para protegernos de este padecimiento. Igualmente recomendable es el mantenimiento de un peso adecuado a lo largo de la vida y la realización de al menos 150 minutos de actividad física a la semana de intensidad moderada.

 Referencias:

Massachusetts, G., Israel, B., UU, E., Nutrición, S. Z., & do Sul, C. D. R. G. (2013). La planificación del control del cáncer en América Latina y el Caribe. Lancet Oncol, 14, 391-436. Recuperado en: http://www.icalma.org.ar/wp-content/uploads/2013/08/latinamericacancer-Lancet-Oncology-2013.pdf

Mahan, L. , Escott, S. y Raymond, J. (2013). Krause Dietoterapia. 13era. ed. España: Gea Consultoría Editorial.

Publicado por Editor Educación en Educación 2067