A dos años de la partida física del Gigante

¡Chávez ya no soy yo!, ¡Chávez es un pueblo!. Chávez somos millones, tú también eres Chávez mujer venezolana, tú también eres Chávez joven venezolano, tú también eres Chávez niño venezolano, tú también eres Chávez soldado venezolano, tú también eres Chávez pescador, agricultor, campesino, comerciante,porque Chávez no soy yo, ¡Chávez es un pueblo!.

Hugo Rafael Chávez Frías, 2012.

Hoy, a dos años de su siembra, los hijos de Chávez pertenecientes al Instituto Nacional de Nutrición (INN) asumen con vehemencia estas palabras. Palabras que representan mucho más que una simple frase, se trata de asumir una militancia con madurez, interiorizarlo, de actuar en consecuencia y de multiplicarnos en millones de él, porque Chávez somos todos. Sin embargo, llevar su legado a la práctica de la vida diaria es lo que de verdad nos hará ser como ese gigante bolivariano.

Muchos hechos y frases marcaron su vida y la de un pueblo, victoria tras victoria, para hacerlo historia. Pensar en Chávez, gigante visionario, es pensar en todo lo que él hizo por Venezuela rescatándola soberanamente en el marco de una nueva Constitución, restituyendo derechos, rescatando dignidades, contagiando alegría e inculcando solidaridad entre los venezolanos y países hermanos.

Su mayor logro fue recuperar la dignidad de un pueblo, sitiado en sus barrios altos, al cual sólo le llegaban los antiguos políticos a comprar votos y a humillar a los más desfavorecidos. Un pueblo, que en medio de nuevos ataques golpistas y con Chávez ausente sólo físicamente, ha derrotado al fascismo una vez tras otra sin dejarse torcer el brazo por el imperio.

Hoy por hoy él es un ser de luz que demostró que cuando las burocracias impiden avanzar, uno debe buscar otros caminos: los de la integración y la igualdad. Asimismo, enseñó a su pueblo la mirada estratégica para no equivocarse de enemigo nunca, lo cual es un paso indispensable para la libertad.

El vínculo invisible e indeleble que radica en el corazón de las y los venezolanos y el Gigante, para siempre, más que amor: es frenesí; un frenesí que corre libre como el viento y que nos empuja a seguir con amor por el sendero hacia el socialismo verdadero y auténtico.
Su humanismo, solidaridad y gran sencillez, viven sembrados en el pueblo venezolano, pero también en toda América, siendo fuente inagotable de inspiración e iluminador de despertares, para otros pueblos del planeta que también despiertan y luchan por su autodeterminación.

¡Independencia y Patria Socialista, Viviremos y Venceremos!
¡Chávez Vive la Patria Sigue!
¡Hasta la Victoria Siempre!

Prensa INN

Publicado por Editor PRENSA en Noticias 2273