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Jueves, 09 jul 2015

Paradigmas sobre las dietas y su divorcio de la alimentación


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En Venezuela ha surgido un gran interés por la estética personal, especialmente en el sector joven-adulto de la población, que en su mayoría acude a cualquier persona en busca de asesoría, y lejos de orientarle con basamentos científicos, le imprime un bombardeo publicitario para comercializar un producto determinado, que le asegura a las y los clientes bajar de peso y alcanzar un mejor estilo de vida.

En relación con este tema, la Misión Alimentación comprime estas líneas para hablar sobre el paradigma de las dietas y el terrible divorcio que estas producen con la alimentación y la nutrición, en un determinado momento, lo cual afecta el normal desarrollo y funcionamiento del organismo de cualquier persona en el mundo.

En las ciencias sociales, el paradigma se utiliza para describir el conjunto de experiencias, creencias y valores que inciden en la forma en que una persona percibe la realidad. A partir de este término surge la creencia, el paradigma de las “dietas milagrosas”, en la cual la población considera que perder peso o, mantenerlo cuando ya nos acercamos a nuestro peso ideal, es uno de los objetivos más difíciles de conseguir.

Aunque bien esto es cierto, es importante aclarar que el término “dieta” no significa dejar de comer; sino comer en cantidades moderadas incluyendo todos los alimentos, en presentaciones y preparaciones saludables.

Actualmente la sociedad ha tergiversado el termino DIETA, eliminando de su consumo diario alimentos que aportan los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, llamándolos de una u otra forma dietas con “efectos milagrosos” en la reducción de peso, las cuales se caracterizan por ser dietas de bajas calorías, con indicación en el consumo de determinados nutrientes o deficitarios en otros, lo que las hace desequilibradas. Estas dietas se usan por poco tiempo y es difícil obtener con ellas cambios en los hábitos de alimentación y conductas.

Comprometiendo el organismo

En este sentido, es de suma importancia poder identificar aquellos regímenes alimentarios impuestos por la sociedad, que sólo traen consigo deficiencia y alteraciones nutricionales.

Las dietas que prometen resultados rápidos como bajar 5 kilos en una semana, implica comprometer su organismo a una pérdida severa no sólo de grasa, sino también de músculo y de líquido; muchas veces las personas se confían en el peso que arroja la balanza, pero el músculo es más pesado que la grasa y es por ello que posiblemente su peso le termine engañando.

La dieta de…

Una falsa dieta para perder peso rápidamente, tiene que ver con la falta de diversidad de los alimentos. Lo cierto es que podemos precisar sobre algunas dietas que también son imposibles de mantener en el tiempo y son perjudiciales para la salud, como “la dieta del pepino” o “la dieta del tomate”. Cualquiera de esas dietas de un solo alimento es poco efectiva. Recuerde que nadie puede vivir a base de un alimento. Tarde o temprano se cansará, nunca más querrá ver ese alimento, y vivir restringiéndose de todos los demás, implica la carencia de muchos nutrientes.

La medida saludable

Es posible hacer una buena dieta para perder peso rápidamente, pero esto no significa perder 5 kilos en una semana. Un ritmo de alrededor de 1 kilo por semana es una medida saludable. Nunca debes dejar que, el apuro por bajar de peso, atente contra tu salud. No te saltes comidas, ni lleves a cabo una alimentación con escasa variedad de alimentos.

La clave de tener una buena alimentación y adoptar hábitos de vida saludables, es dejar aquellos alimentos que tienen un alto contenido graso o demasiadas calorías.

Por esto, se recomienda regular el consumo diario o excesivo de los embutidos grasos, galletas, frituras, mantequilla, postres grasosos, golosinas, bebidas gaseosas y las comidas chatarras. En lugar de ello, apresúrese a consumir con más normalidad platos que incluyan verduras, hortalizas y frutas, además de raciones moderadas de carbohidratos complejos (arroz, yuca, ocumo, papa entre otros) y proteínas de alto valor biológico (carnes rojas y blancas, huevos, lácteos descremados). Además, un importante factor para nuestro bienestar es mantenernos hidratados, con tomar al día de 8 a 10 vasos de agua, jugos y otros líquidos podremos garantizar el funcionamiento adecuado de nuestro organismo. Con ello no tendrá demasiados problemas para perder el peso que desea.

La Misión Alimentación le invita a seguir estas orientaciones a través del Instituto Nacional de Nutrición (INN) y su campaña “Agarra Dato, Come Sano y Actívate”, la cual también llama a vincularse al ejercicio físico, como complemento para alcanzar un hábito de vida saludable para usted y su familia, que no debe estar regido por una dieta falsa sino por un Comer Bien para Vivir Bien.

Publicado por en Reportajes 2212

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